LA BASE

La Base. Desde el 2001, un lugar donde aprender, experimentar y compartir herramientas para una nueva cultura por la Tierra.

sábado, 30 de agosto de 2014

Trailer/Parodia del proyecto Arterra, Navarra

Aqui abajo una versión creativa para una presentación del proyecto de Arterra. Bajar el volumen del aparato y encender una luz si sois miedosas.

https://www.youtube.com/watch?v=3GiE0zcPb2k


jueves, 28 de agosto de 2014

Artículo en el periódico El Pais sobre la RIE y la Base...

http://elpais.com/elpais/2014/08/15/buenavida/1408104564_819577.html

Las Ecoaldeas Invisibles III

  1. III. Anthill (El Hormiguero).

  Quizás a alguien le suene esta célebre comunidad, creada a principios de los ochenta en la Baja California por un grupo de seguidores norteamericanos del visionario Nexus, cuyas profecías vaticinaban la mortal propagación a nivel planetario de un poderoso virus alojado en el hielo que transportaba  el cometa Halley. Se compraron terrenos en los desiertos donde se construyeron más de 3 kilómetros de salas y pasillos bajo tierra tras gruesas paredes de hormigón de 40 cm, simulando de cierta forma el diseño de un panal de abejas. Potentes generadores fueron instalados y toda clase de víveres y enseres almacenados en sus innumerables habitaciones. La mayoría de los seguidores eran de mediana edad y de clase acomodada y cuando se acercó el momento, algunos se llevaron a sus hijos con ellos al refugio.

  Pensaron en todo: un moderno sistema de paneles solares en la superficie les dotaría de la energía suficiente para sus quehaceres diarios; recicladoras de aire y aguas, bombillas que imitaran la radiación solar, gimnasio completo, hasta una incineradora para el caso de que alguien falleciera durante los 9 años que Nexus predijo que duraría la infección.

  La clausura se realizó el 22 de Mayo de 1983, 3 meses antes de la llegada del cometa;  según las indicaciones de Nexus, tuvo lugar al caer el sol y en completo silencio: 64 adultos y 22 menores cruzaron por el túnel de entrada a la ciudad subterránea sin mirar atrás hasta que sus figuras desaparecieron en la oscuridad y las puertas se sellaron. Atrás quedaron los más mayores y los que finalmente no se decidieron por querer estar junto a sus familiares escépticos o los quisieron permanecer hasta el final al servicio de la comunidad desde el exterior en el mantenimiento de las placas y respiraderos por si hiciera necesario y mientras supervivieran.

  Tres años más tarde, una serie de cortas explosiones acabaron con la imponente puerta de hormigón que taponaban la entrada para que un equipo de más de 200 agentes especiales de las gendarmerías mejicana y estadounidense penetrasen como una exhalación con equipamientos antiterroristas hasta los confines del hormiguero humano, deteniendo a todo aquel con el que se cruzaban. La abuela de una niña de la comunidad intraterrestre había conseguido poner una denuncia alegando su desaparición “forzada” tras acudir a periódicos sensacionalistas que destaparon la noticia de la excéntrica comunidad. En poco menos de 7 minutos, los agente  acababan con un sueño que había terminado en pesadilla, pues al entrar se encontraron con un panorama descorazonador: al parecer, Nexus había muerto repentina y prematuramente al poco de encerrarse y la comunidad había sufrido una lucha encarnizada por ver quien se alzaba con el poder: su funcionamiento se basaba en la estructura jerarquizada de un panal y alguien tenía que ser el Elegido. Varios habían muerto en las reyertas por lo que la incineradora no había sido tan mala idea y tuvo mucho uso. Algunas familias permanecían encerradas en condiciones deplorables en uno de los extremos del enjambre y no tenían derecho a la luz desde hacía meses.

  Durante un tiempo se consiguió tapar la noticia pues entre los miembros de la comunidad habían varios familiares de congresistas importantes pero a lo largo de los años, a medida que los implicados se recuperaron de los traumas y sucesos que acaecieron allá abajo, no fueron pocos los que acabaron escribiendo sus experiencias con mayor o menor fortuna.


Moralejas:

  • Intenta mantenerte siempre en la legalidad. O en sus límites, pero  siempre del lado de aquí.
  • Si una comunidad prospera y logra cierta relevancia, en algún momento de su proceso deberá afrontar acusaciones de secta.
  • Los líderes son irremplazables. El liderazgo compartido es lo contrario.



domingo, 29 de junio de 2014

Mayapedal en Figueras!

Una foto con los amigos de la asociación Mayapedal de Guatemala y sus  bicimáquinas. Visitar su página web para ver todo lo que podemos hacer con bicis recicladas....

miércoles, 11 de junio de 2014

Las Ecoaldeas Invisibles II



I.               Mandikozo. La Aldea de las mujeres.

  Hacia mediados de los años 70, el Congo se hallaba sumido en un caos de matanzas indiscriminadas entre guerrillas de las diferentes etnias que pugnaban por su parcela de diamantes y poder. Fue a raíz de las constantes violaciones y secuestros sufridos por  mujeres de la etnia burma que unas 200 de entre ellas decidieron retirarse con sus hijos al interior de la selva virgen de Manawi. Si bien su intención original estuvo motivada por el miedo y el humano deseo de sobrevivir, la experiencia de vivir en paz y armonía por primera vez en sus vidas (ni las más ancianas recordaban algo así) les llevó a plantearse primero y decidir después el no volver jamás a sus antiguos lugares de origen ni permitir a los hombres dominarlas de nuevo.

  Los primeros meses todo resultó dificultoso, ya que el levantar las cabañas y limpiar de animales ponzoñosos el lugar resultó bastante laborioso, pero el trabajo les ayudó a saber organizarse en grupos de trabajo según las necesidades y habilidades de cada una. Desde un primer momento se montaron trampas y guardias para evitar ser descubiertas y no fueron pocos los hombres que fueron sorprendidos y aniquilados por acercarse demasiado a su escondite. El espíritu guerrero y ardiente de la tribu burma era conocido y respetado desde siempre. Y las mujeres de Mandikozo fueron especialmente temibles con sus arcos, lanzas, hachas y cerbatanas mortíferas.

  Su odio hacia los hombres fue terrible en los comienzos. Cazaron algunos de ellos vivos mediante trampas y los utilizaron como esclavos para tareas de todo tipo. Incluso para procrear, pues pronto se dieron cuenta de que sin futuras generaciones la aldea no podría sobrevivir al paso del tiempo.

  Como la selva es rica en recursos, la alimentación no fue nunca un problema, ya fuera en productos de la caza, la pesca o la recolección. Las típicas escenas de celos y rivalidades que se daban en sus vidas anteriores no se repitieron aquí pues todo era justamente compartido. Los jóvenes crecieron fuertes gracias a los cuidados de las abuelas que también habían decidido migrar. Cuando los chicos alcanzaban la pubertad los acompañaban de noche y con los ojos tapados hasta una población situada a más de treinta kilómetros con indicaciones de cómo llegar a sus antiguos poblados.

  Conocida popularmente como la tribu de las amazonas –pues en su celo y deseo de servir a la comunidad algunas de las más ardientes guerreras se cercenaban un pecho para poder disparar mejor con el arco –, esta comunidad consiguió perdurar durante casi 18 años en la selva congolesa hasta que una epidemia la diezmó. Se dijo que una multinacional petrolera interesada en los recursos de la zona había tenido algo que ver en todo ello pero nunca se pudo probar.

Moralejas:

  • La adversidad une; el instinto de supervivencia es indudablemente más fuerte cuanto más colectivo.
  • La diversidad ha de ser siempre un pilar de cualquier proyecto sostenible.